Que estando en pie junto a la Cruz de Jesús, tu Hijo, lo viste lleno de pena, de dolor, agonizar y morir, quedando sola y desamparada, sin más alivio que amarguras,
y sin más compañía que tormentos.
Yo soy la resurrección
y la vida:
el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
El tiempo de la Pasión
ha llegado de nuevo a las calles de Burgos.