Siglos XX - XXI

Sin embargo, habrá que esperar a principios del siglo XX para conocer un resurgimiento importante de la Semana Santa burgalesa que aparece en tomo al templo catedralicio, solemnizando la procesión del Viernes Santo, origen de la Semana Santa actual.

El 21 de abril de 1901, se constituye en Burgos la "Junta Reorganizadora del Santo Entierro" para dar mayor realce a la procesión del Viernes Santo y aumentar el número de pasos existentes, haciéndose un llamamiento a los burgaleses y abriéndose una suscripción popular. Al año siguiente, el día 28 de marzo, día de Viernes Santo, salió ya la procesión del Santo Entierro de la Catedral con cuatro pasos: La Oración del Huerto, Jesús con la Cruz a Cuestas, El Santo Sepulcro y una imagen de La Soledad , que llevaba un precioso manto de terciopelo negro bordado en oro.

En la procesión del Viernes Santo del año 1903 vino a sumarse un nuevo paso, La Flagelación , y en 1904, los pasos de la Coronación de Espinas y el de Jesús Crucificado.

En 1905 se reagrupan la "Junta Reorganizadora" y la Hermandad del Santo Calvario, en una sola cofradía, la Hermandad del Calvario y Santo Entierro que, desde entonces será la encargada de la organización de las procesiones y demás actos de la Semana Santa burgalesa.

Tenemos noticias de que ya en 1905 salían en la procesión del Santo Entierro las nuevas imágenes de La Soledad y del Cristo Yacente. En 1913 el escultor Francisco Font, de Madrid, realiza el paso de Nuestra Señora de la Piedad , y en 1927 se incorpora el paso de El Prendimiento, del escultor valenciano Pío Mollá Franch.

En la década de los años cuarenta, las imágenes, que hasta entonces habían estado en la Catedral , pasan a las parroquias que lo solicitan, momento a partir del cual se van creando las Cofradías existentes en la actualidad, comenzando a participar en la procesión del Viernes Santo imágenes de valor artístico, que se encontraban en dichas iglesias, a las que antes se ha hecho referencia, como es el caso de Nuestra Señora de los Dolores, de San Gil, o Jesús atado a la Columna , de la Catedral , de la que se hace cargo la Congregación del Círculo (en la actualidad Cofradía de la Santa Columna).

El paso de El Descendimiento, obra del escultor murciano Juan González Moreno, es adquirido el año 1954 por la Caja de Ahorros Municipal de Burgos, y en 1969 se añadirá a la procesión el paso del Santo Sudario, obra del escultor burgalés Fortunato Sotillo, encargado por la Cofradía de la Santa Columna.

En 1925, la prensa destaca que la organización de la procesión del Santo Entierro "era perfecta, había ya dos pasos más y del acompañamiento, ornato y escolta de cada uno se había encargado una parroquia y una asociación piadosa...”. En la procesión del Viernes Santo de 1927 (16 de abril), instituida la Hermandad del Santo Sepulcro, primera cofradía independiente semanasantera tras la constitución de la Hermandad del Calvario y Santo Entierro a principios del siglo XX, catorce cofrades de la misma acompañan a su paso vistiendo, por primera vez, su hábito de túnica blanca, con capa, cíngulo y capirote morados y guantes negros. Son los primeros "capuchones" que aparecen en la Semana Santa burgalesa. Seguirá, en 1931, la Hermandad de Nazarenos de Nuestra Señora de la Piedad , con sede en el convento de los Padres Carmelitas Descalzos.

Superada la contienda bélica de la Guerra Civil , resurge en Burgos, como en numerosas ciudades españolas, un nuevo sentimiento semanasantero que dará lugar a la erección de varias cofradías y la creación de nuevos desfiles procesionales conformando, definitivamente, la Semana Santa burgalesa actual. En 1944, en la parroquia de Santa Águeda se funda la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad ; en la parroquia de San Gil se crea la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores, tomando como base la antigua Cofradía Noble de la Sangre de Cristo existente desde 1592 en el convento de la Trinidad ; y en la parroquia de San Cosme y San Damián, la antigua Cofradía del Santísimo Sacramento, fundada en 1794, aprueba unos nuevos estatutos: nace la Ilustre Archicofradía del Santísimo Sacramento y de Jesús con la Cruz a Cuestas.

Estas dos últimas Cofradías acuerdan realizar, en la tarde del Jueves Santo, la Procesión del Encuentro, con sus imágenes titulares, acto que se celebrará por primera vez en 1948. Después de la procesión del Santo Entierro, ésta será la procesión más querida por los burgaleses, que acuden a la plaza del Rey San Fernando para contemplar y rememorar el encuentro de la Madre Dolorosa con su hijo camino del Calvario.

En 1945, aunque ya acompañaban al paso de la Oración del Huerto desde años atrás, los miembros de la Congregación Mariana de Burgos forman la Hermandad de Santa María y la Oración del Huerto, erigida canónicamente en la iglesia de la Merced. Este mismo año se fundan la Cofradía de la Coronación de Espinas, con sede en San Lorenzo, y la Cofradía de Jesús Crucificado y del Santísimo Sacramento, que se establece en la parroquia de San Lesmes, dando culto a los pasos de la Coronación de Espinas y del Calvario, respectivamente.

Es el año 1946, cuando la Cofradía de Jesús Crucificado y del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Lesmes, decide organizar un solemne Vía Crucis, en la tarde del Miércoles Santo, naciendo así la Procesión de la Crucifixión del Señor y Vía Crucis Penitencial. El paso de Jesús Crucificado, acompañado por sus cofrades y devotos, era llevado hasta la Plaza Mayor , situándolo bajo el balcón principal del Ayuntamiento, desde donde el predicador de tumo dirigía el rezo de las catorce estaciones. Éstas estaban señaladas en la plaza por catorce cruces adornadas con hiedra. Al finalizar, y con la misma solemnidad el paso volvía a su Parroquia. Años después, en 1956, surgieron ciertas protestas por interpretar que la parroquia de San Lesmes invadía con esta procesión, el territorio parroquial de otra. Para evitar polémicas inútiles, la cofradía decide en 1957, procesionar el paso por la calle de la Puebla hasta la plaza de la Libertad , organizando el Vía Crucis ante la fachada del palacio de la Casa del Cordón. Al terminar, la procesión seguía por la calle de Santander y San Juan, volviendo a la iglesia parroquial. Tras algunos años en que por falta de cofrades, la procesión se ve interrumpida, hacia el año 1985 vuelve a salir a la calle, realizando el rezo de las catorce estaciones a lo largo del trayecto.

En el año 1947 nace en la iglesia parroquial de Santiago y Santa Águeda el Triduo a la Soledad , y con él la procesión del Miércoles Santo, en la que la Virgen , llevada a hombros por doce costaleros -que se ampliarán a 16 en los años siguientes-, es trasladada a la Catedral , donde aún conserva su altar y a donde los numerosos devotos de la imagen, pasarán a venerarla en los días más señalados de la Semana Santa. Esta procesión tendrá, también, una gran acogida entre los burgaleses que acuden a acompañarla desde su parroquia hasta el templo catedralicio, haciendo estación en el Convento de Religiosas Salesas -para visitar a las monjas que habían bordado el manto de la Virgen-, y hasta la cárcel (establecida en la antigua Alhóndiga, cerca de la parroquia, y sede hoy del Centro Cultural Francisco de Salinas), donde, en recuerdo del pasaje evangélico de Jesús y Barrabás, se concede la libertad a un preso, privilegio que tuvo la venerada imagen hasta el año 1968. Posteriormente, ésta procesión de Nuestra Señora de la Soledad es trasladada al Sábado Santo, al dejar la Hermandad de Nazarenos de Nuestra Señora de la Piedad de salir en el citado día, recorriendo, desde el año 1971 las calles de la parroquia.

También el año 1948, la Cofradía de Jesús Crucificado comenzó a celebrar la devoción popular del Ejercicio de las Siete Palabras, acto que se prolongaba durante tres horas, tiempo histórico del Calvario, en el que el predicador iba desgranando lentamente, los sentimientos de Jesucristo en los momentos de su agonía. El acto se celebraba en el interior de la iglesia, colocándose el paso de la Crucifixión en la nave central del templo, dando así mayor realce a la solemnidad.

En enero de 1949, se crea la Cofradía de la Congregación del Círculo (que en 1953 adoptará definitivamente el nombre actual de Cofradía de la Santa Columna ), al hacerse cargo del paso de Jesús atado a la Columna -que se guarda en la Catedral- estableciendo su sede en la iglesia de la Merced.

La Procesión de las Palmas, llamada cariñosamente de la "Borriquilla", salió por primera vez en Burgos el Domingo de Ramos del año 1949.

El paso del Prendimiento es entregado a la parroquia de San Julián, por la de San Pedro y San Felices, donde se constituye en la década de los años cincuenta la cofradía del mismo nombre, que procesiona hasta el año 1974, pasando el paso a la parroquia de San Martín de Porres, sede actual de la Cofradía de El Prendimiento, donde se refunda en el año 1985. El paso de la Flagelación es acogido en la parroquia de San Esteban Protomártir, que ya acompañaban el paso al menos desde el año 1934, creándose la Cofradía de la Flagelación del Señor el año 1961. Unos años antes, en 1954, se funda la Cofradía del Descendimiento, en el seno de la Caja de Ahorros Municipal de Burgos, única cofradía que hasta el año 2007 no estaba adscrita canónicamente a iglesia alguna. Habiéndose cedido el paso a la Junta de Semana Santa de Burgos, ésta lo ha depositado en la parroquia de San José Obrero, donde se está creando la cofradía que se encarga de procesionar dicha imagen en la tarde de Viernes Santo.

El año 1961, organizado por la Cofradía de la Santa Columna comenzará la procesión del Rosario Penitencial Obrero, que sale en la actualidad en la tarde del Martes Santo, acompañando las imágenes de Jesús atado a la Columna (réplica que sustituye a la imagen de Diego de Siloé existente en la Catedral y que desde siempre procesionó la Cofradía ) y el Santo Sudario.

Tras unos años de crisis general en todas las cofradías, la Semana Santa burgalesa, y con ella sus procesiones, resurge en 1985, cuando en la parroquia de San Fernando Rey se refunda la Cofradía de las Siete Palabras, rescatando para la procesión del Viernes Santo las siete cruces faroles con las siete palabras que Cristo pronunció en la Cruz. Estas cruces que dan nombre a la cofradía, habían sido construidas en la Casa Quintana de Zaragoza en 1902, a las que se acompaña con la imagen del Cristo de San Esteban de los Olmos –réplica del Santísimo Cristo de Burgos-.

En los últimos años toma protagonismo, de nuevo, el Vía Crucis Penitencial que, en la noche del Lunes Santo discurre por el Castillo (las estaciones son obra del escultor burgalés Pablo Barbadillo), y se unen a las procesiones de la Semana Santa burgalesa la Procesión de la Virgen de los Dolores, organizada por la Cofradía de la Oración del Huerto, que recorre el barrio de San Pedro de la Fuente en la tarde del Viernes de Dolores; la Procesión de las Siete Palabras, procesionando con sus pasos titulares por los aledaños de la parroquia de San Fernando Rey, en la mañana del Viernes Santo.

El año 2004 se celebró por primera vez la procesión de Nuestra Señora de la Misericordia y de la Esperanza por el barrio de Gamonal, nueva imagen encargada por la Junta de Semana Santa de Burgos al imaginero Paco Conesa, talla que fue cedida el pasado año a la Cofradía homónima erigida en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima.

Los actos de la Semana Santa burgalesa culminaban en la mañana del Domingo de Pascua cuando de la iglesia de San Nicolás de Bari sale la Procesión de la Virgen de la Alegría , acompañada de su antiquísima cofradía, y a modo de romería castellana recorre las calles de la vieja ciudad anunciando la buena nueva de la Resurrección , hasta llegar a la Plaza de Santa María donde se canta la Salve popular. Es día de júbilo y contento. Suenan en el domingo de Resurrección alegres volteos de campanas, músicas solemnes y sones de dulzainas, mientras la Virgen de la Alegría procesiona su sonrisa.

A esta última procesión se incorporó el año 2004 una imagen de Cristo Resucitado, existente en el Museo diocesano del Retablo (ubicado en la iglesia de San Esteban), al estar inconclusa la nueva talla encargada por la Junta de Semana Santa de Burgos. En 2005 sale por vez primera la esbelta talla de Cristo Resucitado, obra del imaginero Manuel López, talla que es cedida a la cofradía que con el mismo nombre tiene su sede en la parroquia de la Sagrada Familia. Así, se realiza un nuevo encuentro de Cristo con su Madre en la plaza Mayor, esta vez a los sones del “Alleluia” de Haendel, para continuar ambas imágenes hasta la plaza del Rey San Fernando, donde a los pies de la seo burgalesa se bailan la Danza del Santo, las Cantigas de Nuestra Señora y otras jotas castellanas, después de que el arzobispo de Burgos dirija unas palabras anunciando el júbilo pascual, dándose así un broche de oro a nuestra Semana Santa.”